La exploración de un planeta como Marte. Todo un sueño, un reto, lleno de posibilidades, para alguien a quién la astronomía y la ciencia ficción no le son nada ajenas, como es mi caso.
Este artículo tiene ya su tiempo también (lo escribí hace unos dos años).
Constituido por dos bloques, un primero dedicado a situar la escena, es decir un poco historia resumida de la exploración del planeta, junto con unos cuantos datos “personales” del mismo. Y un segundo, donde el uso personal de herramientas como Google Earth (Marte) (como comento más adelante) le aportan, la frescura/novedad necesaria para seguir resultando interesante su lectura. Me refiero en concreto, a las fotografías que añado al final numeradas como 1, 2, 3, 4 y 5, que pude obtener personalmente gracias a las posibilidades que la tecnología (Google Earth/NASA) te ofrece.
Es por todo esto que vendrá a conformarse como la tercera entrada de este blog.
Ya en su momento hice un rastreo en la red, para comprobar si habían indicios de que algún otro osado “explorador” hubiese depositado su ratón, sobre los espacios marcianos a los que yo pude acceder. No los encontré, ni entonces, ni ahora.
Es por lo que actualizando un tanto y obligatoriamente (han pasado dos años) los datos “técnicos” del primer bloque, y a partir de aquí, rescato el artículo mencionado.
¿Hay o hubo vida en Marte en algún momento, a lo largo de su existencia? ¿Y si la hubo llegó a ser inteligente?
Los datos e imágenes que nos envían los vehículos exploratorios que las distintas agencias espaciales están dirigiendo a ese planeta, se acercan cada vez más a una respuesta positiva, al menos a la primera pregunta.
Aportemos algunos datos generales sobre Marte y su situación actual.
El llamado planeta rojo, debido a sus amplias regiones de un color naranja rojizo (consecuencias de una composición geológica que integra en su mayoría basalto volcánico con alto nivel de óxidos de hierro) tiene una superficie de extensión similar a las zonas emergidas de la Tierra.
En la gravedad de Marte, un cuerpo tendría 1/3 de su peso en la Tierra.
La temperatura oscila entre -87º y -5º.
El día solar tiene 24h, 41m. El año marciano consta de 687 días terrestres.
Agentes erosionadores, como fuertes vientos y posiblemente agua en algún otro estado además de hielo, ya localizado en los polos, reconfiguran continuamente su superficie y los elementos geográficos que la conforman.
Es en sus ¾ partes desiertos de dunas y amplias llanuras formadas por piedras, cantos y bloques.
Su campo magnético es muy débil (unas 2 milésimas del terrestre) y tiene la polaridad invertida respecto a la Tierra.
Pero por lo que empezamos a conocer, no siempre resultó ser así. Los últimos datos aportados por los vehículos de exploración, nos empiezan a mostrar una imagen muy diferente del Marte actual.
En algún momento, Marte podría haber sido un planeta muy parecido a la Tierra. Hace unos 4000 millones de años, habría sido posible localizar en su superficie ríos, lagos, incluso pequeños mares de dimensiones similares al Mediterráneo.
La Mars Global Surveyor (llegada a Marte el 12 de septiembre de 1997), primera nave en llegar con éxito en 20 años a Marte (tras los proyectos Viking iniciales de los 70), remitió información de la que se deducía la existencia de extensos campos magnéticos de baja intensidad, indicio de un posible campo magnético global activo en el pasado y hoy inexistente.
La Agencia Espacial Europea, también ha participado en la exploración de Marte, con la Mars Express (llegada a Marte el 19 de diciembre de 2003), primera misión europea en visitar otro planeta.
La Mars Express descubrió la existencia de hielo en Marte. Una superficie circular de hielo, de 35 Km. de longitud y 2 Km. de profundidad, en el fondo de un cráter en el polo norte del planeta.
Y en 2005 se anunció el descubrimiento por esta sonda de evidencias de un mar congelado, de unos 900 Km., muy próximo a la superficie y cercano al ecuador del planeta.
Todo ello, como comentaba, nos puede llevar a pensar, ciertamente, en una imagen de Marte muy similar a la de la Tierra en algún momento de su historia que podría reflejarse también en formas de vida, no muy distintas a las que surgieron, igualmente sobre la Tierra.
Curiosity, es la última apuesta en vehículos de última tecnología de la NASA, para la exploración de Marte (con anterioridad otros vehículos como el Pathfinder, el Sojourner, o los gemelos Spirit y Opportunity, ya tenían capacidad para desplazarse por su superficie). Despegó de la Tierra en noviembre del 2011 y llegó durante el verano del 2012, aterrizando en el cráter Galg, no muy próximo “curiosamente” al lugar donde una de sus antecesoras, la Mars Reconnaissance Orbiter (llegó a Marte el 10 de marzo de 2006), había localizado pruebas de flujo de agua salada y por lo tanto un posible lugar donde localizar indicios de vida.
Curiosity incrementa pues y culmina la lista de misiones con objetivo Marte, realizadas hasta el día de hoy que comenzó con la primera nave Viking en 1976 y que tiene como objetivo a años vista la presencia de humanos en Marte, posiblemente para el 2030.
Los proyectos de las agencias espaciales en la exploración de Marte, son necesariamente complejos y se derivan de ellos múltiples colaboraciones y desarrollos paralelos.
En una de ellas la NASA ha colaborado con el proyecto Google Earth de la empresa Google, poniendo a disposición de la estructura de este programa informático, la suficiente cantidad de fotos, con una calidad lo bastante aceptable en líneas generales, para configurar toda la superficie de Marte.
De esta forma podemos adentrarnos en la exploración virtual de la superficie marciana hasta un cierto punto. Tanto Google Earth Marte, como Google Earth Moon, son algunas de las opciones del denominado genéricamente Google Earth.
Lo cierto es que en el tiempo que esta colaboración/programa lleva funcionando, por parte de algunos usuarios han sido localizadas estructuras, accidentes geográficos que pueden definirse al menos inicialmente como curiosos, a falta de un mayor conocimiento de los mismos.
En este sentido hago mi pequeña aportación al respecto, como usuario también de Google Earth .
Como se comentaba inicialmente, la superficie de Marte equivale aproximadamente al espacio que ocupan las zonas emergidas en la Tierra. Es pues un territorio muy extenso para explorar a unos pocos kilómetros de altura, situación favorable para apreciar con un cierto detalle la superficie del planeta.
La monotonía del paisaje marciano y la no demasiada alta resolución de las imágenes, hacen que la exploración con este método termine ineludiblemente siendo un tanto agotadora e invite finalmente a abandonar la experiencia, al menos este, más o menos fue mi caso.
Y efectivamente, tras horas de observación y a punto de abandonar la exploración virtual casi definitivamente, terminé localizando algo aparentemente diferente. Esto me animó en los siguientes meses a generar algunas sesiones más con algún otro resultado igualmente interesante. Veamos.
En las fotografías que adjunto a continuación (1, 2, 3, 4 y 5) se pueden ver los que se podrían definir en un principio como elementos geográficos un tanto llamativos, diferentes, a lo en general observado sobre la superficie del planeta.
IMÁGENES 1A y 1B
En estas imágenes, se pueden ver dos objetos con tendencia a formar estructuras piramidales con base cuadrangular. En la de menor tamaño y en la que la imagen muestra una estructura más definida, cada lado de la base mediría 1,5 kilómetros. La de mayor tamaño tendría de lado aproximadamente unos 2,5 kilómetros.
Realmente resulta difícil imaginar estructuras artificiales de ese tamaño. Como referencia recordemos que la mayor de las pirámides de la meseta de Giza (la pirámide de Keops) mide en cada uno de sus lados que forman su base cuadrangular algo más de 200 metros.
Estructuras con tendencia a formas piramidales en la superficie de Marte han sido observadas y mostradas por otras personas antes, aunque no estas en concreto, ni la que mostraré un poco más adelante que yo tenga conocimiento.
Pero sí que resulta curiosa esta reiteración en el paisaje marciano. Difícil poder deducir solo con este medio (las fotografías aportadas por la NASA y otras agencias a Google Earth) realmente de que se trata . Antes de hacer despegar nuestra imaginación, tendríamos que tener en cuenta una posible peculiaridad, de la interacción entre erosión, morfología, composición del terreno propia de la superficie marciana.
Una posible pregunta en este caso podría ser ¿que tipos de vientos, o agentes erosionadores en general, por ejemplo, pueden ser tan insistentes y cambiantes cada cierto tiempo para ir conformando estas “montañas” con esa forma de base tan angulada?
IMAGEN 2
En esta otra, se puede ver un entrelazado de estructuras, donde predomina una tendencia a la línea recta, no habitual teniendo en cuenta la forma bastante aleatoria en que actúan los elementos erosionadores.
Los 8,24 kilómetros de uno de los tramos más pequeños (señalados en la imagen) nos da una idea de la dimensionalidad de lo observable en la foto.
Lo cierto es, que si se compara con el esquema del mapa de una gran ciudad como el que se adjunta (Madrid en este caso), se puede encontrar una cierta similitud.
IMAGEN 3
Aquí podemos ver como una serie de líneas perfectamente paralelas siguen una trayectoria que se pierde en el horizonte. Bueno, este podría ser un ejemplo de algunos de los posibles errores con los que hay que lidiar a la hora de darle una interpretación más o menos coherente a lo que ves, a la información que te aportan todas estas imágenes. Sería con mucha probabilidad y después de haber consultado muchas imágenes similares (donde el trazo paralelo justamente desaparece en la unión de dos imágenes) un ejemplo de artefacto, fantasma o error de la fotografía, que sin embargo por su integración en la imagen, ha llevado a mucha gente a considerarlos posibles huellas de algún tipo de vehículo.
No es solo el tamaño posiblemente desproporcionado de la supuesta huella en si, no. Es también y más evidente aún que dándose este efecto con una cierta frecuencia en las imágenes de la superficie marciana, puedes comprobar como en muchas ocasiones, cuando el trazo llega a una imagen distinta, desaparece en seco, justo en la unión de esas dos fotos, lo que da pie a pensar que verdaderamente es un error del montaje fotográfico (recordemos que la visión de la superficie del planeta en Google Earth está formada por multitud de imágenes unidas entre si).
IMÁGENES 4A, 4B y 4C
En esta ocasión se puede observar otra estructura con base cuadrangular, surgiendo de cada ángulo, aristas rectilíneas que parecen querer conformar igualmente otra forma piramidal (con más detalle en la imagen ampliada 4C) que en este caso parece afectada por la colisión de un objeto, muy próximo a ella. Se puede ver la dirección de la colisión por los restos de sedimentación producidos como consecuencia de la misma y se puede deducir como afectó a esta estructura, eliminando parte de la zona superior y hundiendo posiblemente la parte opuesta a la zona de la colisión. Cada lado de la base cuadrangular mide unos 2,7 kilómetros.
En la parte superior izquierda puede observarse también un cráter de impacto que parece inscrito en lo que podríamos imaginar como una enorme estructura cuadrangular, sobre todo en su lado más izquierdo que muestra una porción de terreno rectilíneo que promueve especialmente esa sensación.
Pero lo que realmente me llamó la atención desde el principio, fue la estructura mencionada inicialmente, por su forma tan ajustada a lo que podríamos definir como una pirámide de base cuadrangular. Decididamente, si no hay nada en la fotografía que haya distorsionado la imagen tomada con arreglo al original, pienso sería digna de analizar/observar con más detenimiento.
IMAGENES 5A y 5B
En las imágenes 5A y 5B, podemos ver una serie de “pequeños” círculos, que parecen ser más promontorios que agujeros, en parte al menos alineados y de tamaño muy similar (unos 170/180 metros de diámetro). No dan la impresión que sean consecuencia del impacto masivo de objetos aéreos (meteoritos), por su clara definición y alineamiento al menos en parte, como comentaba.
Las primeras asociaciones que hice, casi inconscientemente, en relación con estos posibles promontorios, fueron con tarjetas perforadas o alguna suerte de codificación tipo braille.
Es difícil poder imaginar que ha podido crear estas formas circulares, aunque no sería descartable una acción natural propia de este planeta. Pero al igual que las anteriores imágenes, resulta cuando menos sugerente.
Con esta última imagen cierro este capítulo de aportaciones personales que espero les resulte a quién las observe, tan sugerentes al menos como a mí.
La exploración de otros planetas, satélites y objetos estelares solo está dando sus primeros pasos, las sorpresas que ésta nos ofrecerá podrán ser lo suficientemente amplias como para que no necesitemos imaginar demasiado. Será un camino largo, posiblemente infinitamente largo.
En no mucho tiempo Marte e incluso la Luna, podrían tener aspectos similares a la Tierra. Ciencias dominadas por el concepto de terraformación, ampliarán la paleta de conocimientos aplicados por el ser humano.
Satélites de Marte y Júpiter, podrían integrar e incrementar, seguidamente, una nueva conformación de la familia humana y su distribución en el sistema solar.
La Humanidad, concepto unificador de diferencias, al que deberíamos sentirnos prioritaria y dignamente pertenecientes. Esto seguramente nos ahorraría mucho tiempo, conflictos y penalidades en el tránsito de nuestra evolución.
Mientras tanto, Marte está ahí, esperando como lo estuvo durante milenios, esperándonos y nosotros la Humanidad, los futuros habitantes de Marte, trataremos de averiguar que quiere decirnos.
MN © 2014